martes, 17 de mayo de 2011

HidroAysen y ERNC; Todos quieren, nadie quiere

Todos quieren celulares, pero nadie quiere una antena cerca de su casa.



Todos tiramos basura, pero ojalá nunca nos pongan un vertedero cerca.
Todos quieren carreteras de primer nivel, pero hasta hace poco para muchos era un abuso el pagar peaje.



Muchos quieren educación gratis, pero muy pocos estarían dispuestos a tener impuestos de nivel europeo.



Muchos quieren Energías Renovables No Convencionales, pero muchos no quieren invadir superficies ni menos pagar más por la energía que consumen. Será más caro?, abarcarán más área que las alternativa tradicionales?






Veamos algunos ejemplos de Proyectos de ERNC próximos a desarrollarse en el país:



AtacamaSolar: Inversión de US$ 770 MM, Potencia: 250 MW, Área afectada: 1000 hectáreas.



Parque Eólico Taltal: Inversión de US $ 200 MM, Potencia: 100 MW, Área afectada: 2688 hectáreas.



Ahora, tomemos como referencia los números de hidroaysen (que de seugro Usted ya los tiene bien metidos en su cerebro): Inversión de US $ 3200, Potencia: 2750 MW, Área afectada: 6000 hectáreas.



Resumiendo la información anterior podemos obtener los siguientes indicadores comparativos:




Costo por MW Instalado



Energía Solar: US $ 3.08 MM/MW Instalado



Energía Eólica: US $ 2 MM/MW Instalado



HidroAysen: US $ 1.16 MM / MW Instalado



Superficie afectada por MW Instalado




Energía Solar: 4 hectáreas/MW Instalado



Energía Eólica: 27 hectáreas / MW Instalado



Hidroaysen: 2.3 hetáreas / MW Instalado




Lo anterior significa que si se desea obtener la potencia de HidroAysen con alguna de las anteriores alternativas de ERNC, se requerirían invadir cerca del doble de área con paneles solares y para el caso de energía eólica la superficie se eleva a la 74250 hectáreas, lo que equivale a más de 6 veces la superficie de la comuna de Viña del Mar. Si hablamos de costo, la relación va del doble al triple en relación a la energía eólica y solar respectivamente.






La Comisión Nacional de Energía ha venido trabajando desde hace varios año en una serie de estudios destinados a enriquecer el debate energético de Chile. Lamentablemente, estos estudios no se han traducido en un verdadero debate en el país sobre estas materias. La política energética es un tema pendiente que no se soluciona colocando metas como la del 20% de ERNC para el 2020. La política energética del país debe ser una POLITICA DE ESTADO, de la misma forma en la que son las Relaciones Exteriores del país. Una Política Energética debe involucrar a diferentes actores del acontecer nacional en forma transversal, para dar paso a planes y objetivos específicos, medibles, alcanzables, realistas y definidos en el tiempo. Esta política no sólo debe contemplar el tema de la producción, también debe tomar en cuenta el rol de los consumidores en el uso eficiente de la energía a través de un plan masivo de educación en estas materias. Los requisitos ambientales también deben replantearse. El ejemplo más claro es el de las termoeléctricas. No se trata de prohibir este tipo de soluciones, se trata de demandar una tecnología menos contaminante. El Proyecto Castillla contempla centrales de carbón pulverizado, lo que es bastante diferente a las centrales de lecho fluidizado o húmedo, como el ejemplo de Petrox en Talcahuano.




Y si, es necesario mencionar el tema del carbón porque pecan de inocentes los que piensan en descartar este tipo de plantas, ya que las proyecciones para el 2050 aún las ubican como protagonistas en el contexto mundial de generación de electricidad.




Evidentemente el gobierno ha optado por correr el riesgo de la impopularidad en una decisión difícil, pero más alla de ese mérito y de las polémicas de intervención y probidad de algunos de sus personeros, se hace necesaria una verdadera Política Energética que contemple el desafío técnico, legal, político y educacional que significa. Por otro lado, el bajo nivel educacional técnico de la ciudadanía y peor aún, su falta e proactividad por buscar información verdaderamente útil sobre el tema, hacen que sean víctimas fáciles de la demagogia de los sectores ultra ecologistas, que apela a los buenos sentimientos y lindos discursos para movilizar a buena parte de la ciudadanía.




Si usted apoya los cacerolazos y manifestaciones contra HidrAysen, lo invito a que se informe y amplíe su perspectiva, reclame por una Política Energética de Estado, por un plan claro y alcanzable acorde con la realidad del país. Reclame por aumentar el involucramiento de las universidades en Proyectos de Investigación y Desarrollo, así mismo con las empresas privadas y públicas. Reclame para que se generen campañas educativas para todos. Reclame para que usted también pueda aportar al sistema eléctrico y le sea atractivo invertir paneles solares u otras alternativas de energía renovables domésticas.




En fin, reclame por un tema de fondo, no por la punta del iceberg...reclame para tener una guía de conducta, una cultura energética que nos ayude a caminar durante los próximos 40 o 50 años.




Si reclamamos por eso, estaremos aportando en forma real y constructiva, y estaremos haciendo nuestro aporte para que Chile alcance el desarrollo en forma íntegra y equilibrada, y no sólo buscando con valioso esmero la cifra mágica de la felicidad.